ENSEÑAR A PENSAR
ENSEÑAR A PENSAR
Hacer preguntas no es fácil y a muchas personas nos incomoda el hecho de realizarlas, como el simple hecho de admitir que no hemos entendido lo que alguien ha dicho o de qué se está hablando.
Numerosos estudios avalan que:
"Las personas más curiosas son las más inteligentes y comprometidas"
Según Fundamentos: La guía corporativa al cultivo de la conciencia de marca, Dian Griesel, defiende que no hay preguntas tontas. Según Griesel, es necesario preguntar, y preguntar mucho. Especialmente, se deben realizar preguntas y no quedarnos con las dudas.
Además, debemos tener en cuenta la importancia de enfocar nuestras preguntas para obtener aquella información clave que nos ayude a mejorar el rendimiento en nuestro trabajo o en nuestra vida. Para eso es importante, por ejemplo, ir preparado a las reuniones, porque con tan sólo una buena pregunta puedes obtener los mejores resultados. Y no debemos tener miedo: realizar preguntas nos convierte en alguien comprometido, nuestro interés se ve reafirmado en lugar de mermado.
No todos formulamos de igual manera las preguntas. Existen dos modelos:
- las preguntas de aprendiz y,
- las preguntas de juez.
La diferencia entre ellas radica en que hay preguntas que tienen el potencial de impulsar avances e inspirar transformaciones y, por el contrario, otras nos conducen al estancamiento y la segmentación.
- las preguntas de aprendiz y,
- las preguntas de juez.
La diferencia entre ellas radica en que hay preguntas que tienen el potencial de impulsar avances e inspirar transformaciones y, por el contrario, otras nos conducen al estancamiento y la segmentación.
Las preguntas de aprendiz provienen de personas de mente abierta, curiosa y creativa, con ella se fomenta el progreso abriendo las posibilidades. Dan lugar a descubrimientos, entendimiento y soluciones. Así lo defiende Marilee Adams, autora del libro Cambia tus preguntas, cambia tu vida.
Las preguntas del que juzga son preguntas que parten de una predisposición cerrada, encauzada a la crítica. Su objetivo es destacar los problemas en lugar de las soluciones; en la mayoría de los casos esta actitud conduce a reacciones defensivas, negativas y muy apáticas.
Las preguntas del aprendiz siempre facilitan el progreso de aprendizaje aumentando las opciones, mientras que las preguntas del juez impiden el progreso limitando las perspectivas.
¿Las escuelas enseñan a pensar?
Melina Furman es bióloga y doctora en Educación, profesora de la Universidad de San Andrés e investigadora del CONICET y se dedica a generar propuestas educativas para formar el pensamiento científico, una mirada sobre el mundo que combina la lógica con la curiosidad, y la creatividad con el espíritu crítico.
Fotografía: https://muhimu.es |
Melina Furman tiene una propuesta muy concreta para hacer pensar a los niños, a los jóvenes y a los docentes en las escuelas actuales.
¿Practicamos la lluvia de preguntas?
Conocemos la lluvia de ideas, pero hay algo más efectivo que esto: la lluvia de preguntas. Hal Gregersen, director ejecutivo del Centro de Liderazgo del MIT y coautor de El ADN del innovador: El dominio de las cinco habilidades de los innovadores disruptivos, nos recomienda llevar a cabo estas sesiones de lluvias de preguntas en las que la gente solo piense en preguntas sobre un problema durante un período determinado de tiempo.
Fotografía: Carmen González |
¿Mejoramos la práctica docente?
Melina Furman, es cofundadora de Expedición Ciencia y conductora del programa La Casa de la Ciencia del canal de TV Paka Paka. Además, es cofundadora de El mundo de las ideas, un curso para potenciar la creatividad y contagiar la pasión al mundo.
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