Propósito, Ikigai o razón de ser

 

Soy docente de Economía, Historia y Geografía en Secundaria. El pasado curso escolar, tuve la suerte de ser también tutora (orientadora y acompañante en el proceso de aprendizaje de los alumnos). Ellos y ellas cursaban cuarto de Secundaria y primero de Bachillerato. Sus edades rondaban los 15-17 años.

Durante el curso mis adolescentes tenían que decidir su itinerario académico *, se dieron cuenta entonces de que se encontraban en un momento crucial, aún más, cuando nos pusimos a estudiar el mercado laboral español y su situación en la actualidad.

Desde los centros educativos se les facilitan a los alumnos test y más test para que averigüen sus habilidades (preferencias laborales), en fin aquello qué se les da mejor, se les pone a disposición de ellos un servicio de orientación (más o menos idóneo). A vista de los alumnos se unen aquí, por primera vez, dos mundos, el académico y el profesional. "Esto se pone serio" - piensan.

El “coste de oportunidad”, primer término que se estudia en Economía, y que significa el coste de la alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una determinada decisión, incluyendo los beneficios que podríamos haber obtenido de haber escogido la opción alternativa, se hace presente. “Si elijo ciencias ya no podré estudiar economía que tanto me interesa, a no ser que…”, “si elijo ciencias sociales ya no podré saber si soy bueno/a en física y matemáticas”.

En casa les continúan aconsejando que opten por la alternativa más demandada por el sector privado o el público.

En esos momentos, deseos, ilusiones, aspiraciones, capacidades, formación requerida, situación del mundo laboral… se entremezclan. Demasiados elementos que la mayoría no sabe cómo manejar.

Fotografía: lampadia.com

CÓMO ELEGIR EL CAMINO

En el seno de la mayoría de las familias también surgen las dudas de cómo ayudar en el proceso de orientación de nuestros adolescentes. Tanto la familia como el centro educativo son clave y el papel de ambos debe ser el de:
- acompañamiento,
- escucha activa,
- amor incondicional,
- apoyo y
- tranquilidad
a ser posible en un ambiente de estabilidad. A veces difícil de conseguir. Una base emocional segura es esencial para que nuestros jóvenes puedan explorar y experimentar el mundo.

Nuestros adolescentes empiezan a recorrer un camino que los llevará a ir encontrando su propósito en la vida. En dicho momento ellos y ellas no lo saben, todavía, pero esto les puede llevar bastantes años. Encontrar un propósito, su “ikigai” * o razón de ser puede suponer un esfuerzo de toda la vida. Francesc Miralles, a quién admiro enormemente lo define como aquello que consigue que nuestra vida tenga sentido.

El rango de edad de los 15 a los 17 años suele ser muy temprano para este cometido. Algunos estudios como el del Stanford Center on Adolescence revelan que el momento clave para trabajar el propósito es el rango de edad de los 18 a los 23 años. Sin embargo, la realidad es que en el sistema educativo español se deben elegir los itinerarios académicos a los 15 y 16 años. Por tanto, es una tarea que deberemos empezar a trabajar con antelación.                                          


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NOTAS:

 *Trayectorias educativas orientadas a profundizar un campo específico que complementan los aprendizajes curriculares,

* Término nipón popularizado en el 2019 gracias a Francesc Miralles y Héctor García en el libro “El método ikigai”.

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.lampadia.com/analisis/economia/sabes-cual-es-el-proposito-de-tu-empresa/