Las edades de la historia
¿Cuáles son
las edades de la historia?
Las etapas o
edades de la historia son las distintas épocas o segmentos de tiempo en
los que se suele dividir la historia de
la humanidad, con
el propósito de facilitar su estudio y comprender sus patrones principales. Se
trata de divisiones convencionales, relativamente arbitrarias, elaboradas y
revisadas continuamente por los estudiosos desde hace siglos.
A lo largo de los años, los historiadores han intentado elaborar un modelo que permita tomar en cuenta a gran parte de las culturas humanas a lo largo de su recorrido histórico. Aunque no se trata de un modelo perfecto ni desprovisto de sesgos (por ejemplo, ofrece una mirada en gran medida centrada en Europa), hasta ahora el modelo más aceptado y divulgado reconoce cuatro edades de la historia: Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea. Las épocas previas a la invención de la escritura reciben el nombre de prehistoria.
Importante: Organizar
la historia de la humanidad en etapas no es una tarea sencilla. Por un lado,
los orígenes de la especie humana son previos al surgimiento de las
civilizaciones estatales y a la invención de la escritura, por lo que no se tiene
registro de todos los hechos del pasado.
Además, la
especie humana es inmensamente diversa, y los intentos por definir criterios
únicos para pensar su historia (lo que suele llamarse “historia universal”)
suelen dejar afuera las particularidades de muchas culturas.
Puede
servirte: Contexto
histórico
Prehistoria
(2.500.000 a. C.-3300 a. C.)
Tradicionalmente,
se considera historia a los períodos en los que se documenta el uso de
escritura. Por lo tanto, se llama prehistoria a las épocas previas a la
invención de la escritura, esto es, previas a la invención de algún modo de
registro basado en signos que permita obtener información sobre lo ocurrido,
mediante el estudio de las fuentes históricas. Sin fuentes escritas, se
hace necesario el estudio de los restos arqueológicos de las
sociedades prehistóricas, obtenidos mediante excavaciones y otros métodos a
lo largo del mundo.
Aunque no se
cuenta con información detallada, la prehistoria es el lapso más largo y que
produjo algunos de los cambios más significativos de la humanidad. Se
extiende desde la aparición de los primeros homínidos del género Homo hace
alrededor de 2.500.000 años, incluido el surgimiento y la expansión
del Homo sapiens hace aproximadamente 300.000 años y la
extinción del resto de las especies humanas. Llega hasta la invención de los
primeros sistemas de escritura en Oriente Medio alrededor del 3300 a. C.
En este extenso
período de tiempo, el ser humano aprendió a dominar el fuego, a comunicarse con
un lenguaje oral
articulado, a fabricar y utilizar herramientas líticas y luego metálicas, y
finalmente a practicar la agricultura. La
agricultura cambió para siempre su modo de vida al dar origen a los
primeros asentamientos humanos sedentarios y, posteriormente, a las
primeras ciudades.
La
prehistoria se divide, comúnmente, en seis etapas agrupadas en dos
edades: la Edad de Piedra y la Edad de los Metales. Es difícil ubicar estos
lapsos en una fecha específica, ya que no se dieron de manera uniforme y
simultánea en todas partes del mundo.
La Edad de Piedra o Etapa Lítica
La Edad de Piedra es llamada
así porque la mayoría de los utensilios obtenidos en los hallazgos
arqueológicos están fabricados con diversos tipos de piedra y hueso. Esta
etapa se caracterizó, además, por la domesticación del fuego, la invención de
la vestimenta, la expansión humana por el mundo y el abandono parcial del
modelo cazador-recolector nómada a favor de un modelo agrícola sedentario. Esta
etapa se divide, a su vez, en tres períodos:
- Período
Paleolítico, cuyo nombre significa “piedra antigua” y abarca los
eventos previos a la adopción de la agricultura.
- Período Mesolítico, cuyo nombre significa
“piedra media” y abarca la transición entre el Paleolítico y el Neolítico.
- Período Neolítico, cuyo nombre significa
“piedra nueva” y abarca los eventos propios del nuevo modelo de existencia
agroganadero, hasta el comienzo del manejo de los metales.
La Edad de los Metales
La Edad de los Metales es
el período en el que comenzaron a fabricarse instrumentos con diferentes metales. Esta edad se divide
tradicionalmente en tres segmentos diferentes, definidos por la aparición del
trabajo con un metal específico:
- Edad
del Cobre o Calcolítico, en la que hizo su aparición
este metal, junto con el oro y la plata. Los objetos de cobre más antiguos
fueron datados en torno al 8500 a. C. en Oriente Próximo. Sin embargo, el
cobre comenzó a ser fundido y ampliamente utilizado alrededor del 5500 a.
C.
- Edad
del Bronce, en la que se evidenció un mayor grado de conocimiento
metalúrgico, pues el bronce se obtiene mediante la aleación de cobre y estaño.
Se sabe que este metal comenzó a usarse en Mesopotamia, en una época que
ya no era prehistórica para esta región (pues existían testimonios
escritos), y fue idóneo para la fabricación de utensilios, estatuas y
armamento (lanzas, escudos).
- Edad
del Hierro, en la que el ser humano conoció el hierro y algunas de
sus diversas aleaciones. Fue la última de la prehistoria en algunas
regiones y una fase histórica en otras. Los primeros vestigios de hierro
tuvieron origen meteórico, y los seres humanos tardaron siglos en
descubrir el modo de obtener hierro terrestre, que se convirtió en el
metal más codiciado. La fragua del hierro dio paso a implementos y
armamento más resistentes, y marcó la diferencia militar de algunos
pueblos por encima de otros.
Edad
Antigua (3300 a. C.-476 d. C.)
En
la Antigüedad se sentaron las bases culturales y sociales del mundo
contemporáneo.
La Edad Antigua
o Antigüedad es el lapso histórico que comenzó con la invención de la
escritura en Oriente Medio, alrededor del 3300 a. C., y en el que surgieron
las primeras grandes civilizaciones estatales (conocidas como civilizaciones antiguas).
Estas fueron en su mayoría de tipo monárquico y en algunos casos imperial,
cuyos conocimientos, productos y composiciones visuales y literarias se
conservan en gran medida en la actualidad.
En la
Antigüedad surgieron las primeras ciudades, como parte de un proceso de
urbanización impulsado por civilizaciones como la mesopotámica y la del valle
del Indo. Posteriormente, las ciudades caracterizaron a civilizaciones
occidentales, como la griega y la romana. También nacieron el Estado, el derecho, la ley y las clases sociales, además
de los primeros textos religiosos, mitológicos y literarios.
La Edad
Antigua fue el período de origen de algunas de las grandes religiones actuales,
como el hinduismo, el budismo,
el judaísmo y el cristianismo. En este y otros
aspectos se trató de la era en la que se sentaron las bases culturales y
sociales del mundo actual.
Entre los
múltiples Estados que se fundaron en la Edad Antigua, se suele diferenciar a
los Estados orientales, como la realeza faraónica y los imperios mesopotámicos,
de los Estados occidentales, como las ciudades-Estado griegas y el Imperio romano. Las
instituciones y tradiciones culturales grecorromanas suelen ser consideradas
las que más elementos le aportaron al mundo occidental contemporáneo. A tal
punto que la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C. se
considera el fin de la Antigüedad y el inicio de la Edad Media
europea.
La fase final
de la Antigüedad occidental se suele dividir en dos etapas:
- La Antigüedad clásica, que fue el lapso de
expansión de la cultura grecorromana y tuvo su auge entre los siglos V a.
C. y II d. C. Su punto máximo lo constituyeron el surgimiento de la
República romana (509 a. C.) y su posterior transformación en el Imperio
romano (27 a. C.).
- La Antigüedad tardía, que se inició
alrededor del siglo III d. C. y fue una etapa de crisis del Imperio
romano, con guerras intestinas,
rebeliones e invasiones foráneas (como las de poblaciones germánicas).
Además, fue la época de expansión del cristianismo, que se convirtió en la
religión oficial del Imperio romano en el siglo IV.
Edad
Media (476-1453)
La Edad Media o
Medioevo es la etapa siguiente a la Edad Antigua, pero es una división que para
muchos refleja únicamente la historia de la civilización occidental, es decir,
de Europa y sus regiones
aledañas.
Comenzó con
la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C. Se extendió
durante casi mil años hasta la caída del Imperio bizantino (o Imperio romano de
Oriente) ante las tropas otomanas en 1453, o según algunos historiadores hasta
el descubrimiento
europeo de América en 1492.
Quienes
concibieron inicialmente la existencia de la Edad Media la pensaron como una
etapa oscura y sin mucho valor para la civilización occidental, como un mero
intervalo entre la Antigüedad clásica (época de esplendor de la cultura
grecorromana) y el Renacimiento y
la era de la razón propios de la Edad Moderna.
Durante mucho
tiempo se pensó que el Medioevo había sido un lapso de oscurantismo y escasa
producción artística y filosófica, bajo el imperio de la religión cristiana que
se extendió por toda Europa occidental. Hoy en día se considera que esto no es
tan así.
El Medioevo fue
efectivamente una era de fanatismo religioso y de abandono de algunos modelos
sociales y urbanos de la Antigüedad, en favor de un modelo feudal que
asignaba a la nobleza el control económico y político de las tierras dentro de
los reinos cristianos de Occidente, bajo la autoridad espiritual del papa en
Roma. Sin embargo, durante el Medioevo no desaparecieron el pensamiento
filosófico ni las innovaciones tecnológicas, y la vida urbana resurgió en el
siglo XI. Además, en las regiones vecinas a Europa surgieron nuevas formas
políticas, como los califatos islámicos, y el Imperio bizantino vivió momentos
de esplendor.
Las
religiones cristiana y musulmana protagonizaron un conflicto que engendró
numerosas guerras de conquista, como las Cruzadas y la Reconquista,
que contribuyeron a romper la unidad cultural del Mediterráneo.
La Edad Media
se suele dividir en tres grandes períodos:
- La Alta Edad Media o Edad Media Temprana,
que se extendió entre los siglos V y X, aunque para muchos estudiosos
parte de ella podría entenderse mejor como parte de la Antigüedad tardía.
- La Plena Edad Media, que se extendió entre
los siglos XI y XIII, y que se caracterizó por el auge del feudalismo, el
crecimiento económico y demográfico, y las Cruzadas.
- La Baja Edad Media, que se extendió entre
los siglos XIV y XV, y que significó una etapa de crisis del modelo
feudal, que sentó las bases para la llegada de la Edad Moderna. Algunos
estudiosos datan la Baja Edad Media entre los siglos XI y XV, porque
rechazan el concepto de Plena Edad Media.
Edad
Moderna (1453-1789)
La Edad Moderna
fue una época breve pero significativa de la historia mundial. Comprendida
entre los siglos XV y XVIII, se caracterizó por el resurgimiento de la
cultura clásica de Europa (llamado Renacimiento) y el inicio de la llamada era
de la razón. En esta era se expandieron las ideas de la Ilustración, se sentaron las bases
para el pensamiento
científico y se combatieron los valores religiosos, dogmáticos y
supersticiosos de la Edad Media. También fue la época de la Reforma protestante
que dividió al cristianismo occidental.
Esta etapa se
entiende como un florecimiento artístico y filosófico en Occidente, cuyo punto
cumbre lo marcó el nacimiento de la ciencia.
Además, la separación entre Iglesia y Estado, la centralización monárquica y el
crecimiento del comercio pusieron fin al modelo feudal del Medioevo y concedieron
cada vez más poder a una clase social relativamente nueva: la burguesía.
La burguesía,
formada por comerciantes y hombres de negocios, llegó a desplazar a la
aristocracia como clase social dominante. El evento más representativo de ello
fue la Revolución francesa de 1789, y previamente la independencia de
Estados Unidos respecto del Imperio británico en 1776. Ambos
acontecimientos se consideran los puntos finales de la Edad Moderna.
Durante la Edad
Moderna se produjo la exploración y colonización del continente
americano por los imperios de Europa, así como sus primeras exploraciones
de Oceanía. De hecho, se
considera este período como el inicio de la relación colonial de Europa con el
resto del mundo, pues las potencias europeas competían entre sí por el control
de las rutas comerciales y de las materias primas del mundo.
El mercantilismo fue
el espíritu de la época, y las monarquías absolutistas fueron
el régimen político dominante en Europa en los siglos XVII y XVIII.
Edad
Contemporánea (1789-actualidad)
En
la Edad Contemporánea la tecnología industrial fue utilizada al servicio de la
guerra.
La Edad
Contemporánea es la última de las divisiones de la historia y llega hasta la
actualidad. Se considera una etapa de cambios acelerados y repentinos
de la mano de la ciencia, la tecnología y las transformaciones
políticas y económicas. El comienzo de esta época se sitúa en el estallido de
la Revolución francesa y en las repercusiones de las ideas republicanas y
liberales en el mundo, lo que promovió en gran medida las guerras de independencia
en América.
Estos eventos,
junto a la Revolución Industrial, alentaron la colonización europea de África y
Asia. En la primera mitad del siglo XX, se produjeron dos guerras mundiales, en
las que la inventiva y el dominio científico fueron puestos al servicio de la
actividad militar y provocaron millones de muertos. Una de sus consecuencias
fue la descolonización de Asia y África, que marcó el fin del dominio imperial
europeo.
La
modernización de la mayoría de los aspectos de la vida humana, incluidas las
telecomunicaciones y el transporte, condujo a una interacción mundial
sin precedentes, conocida como globalización, guiada por
los valores del liberalismo y
que generalizó la llamada sociedad de consumo.
Lo que
antiguamente eran conflictos entre religiones o civilizaciones, pasó a ser en
gran medida la rivalidad entre ideologías políticas, especialmente el
enfrentamiento entre las ideas colectivistas del socialismo o el comunismo y el énfasis en
las libertades individuales
del capitalismo defendidas
por el liberalismo. Durante algunas décadas también fueron fuertes las
ideologías del fascismo y el nazismo, este último responsable del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
El colapso de
los imperios europeos tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) permitió el
surgimiento de dos nuevas potencias mundiales: Estados Unidos y la Unión Soviética, cada una a la
cabeza de dos nuevos bloques mundiales en la llamada Guerra Fría: el bloque
capitalista occidental y el bloque comunista oriental.
Algunos hitos
técnicos, tecnológicos y políticos de la Edad Contemporánea fueron el empleo de
la energía nuclear (cuyo primer uso relevante fue la explosión de
dos bombas atómicas sobre
Japón al final de la Segunda Guerra Mundial), la exploración del espacio
exterior, la creación de las primeras instituciones internacionales
multilaterales, la invención de las pastillas anticonceptivas, que condujeron a
su vez a una revolución sexual a mediados del siglo XX, la revolución
en las comunicaciones y la informática, y la caída del bloque comunista,
que consolidó la posición dominante de Estados Unidos.
¿Por qué la
historia se divide en edades?
La división
actualmente aceptada de la historia no siempre estuvo vigente. A lo largo de
muchos siglos, la humanidad dividió su historia de acuerdo a criterios
mitológicos o religiosos. En cada cultura esto se manifestó de acuerdo a su
propia concepción del mundo y del cosmos, incluida su propia interpretación
respecto a cuáles eran los grandes hitos históricos de la humanidad.
Así, las
grandes religiones ofrecían sus propios modelos de la historia, basados en
textos sagrados como la Biblia. De hecho, la forma tradicional de organizar el
tiempo histórico en Occidente tiene como elemento central el nacimiento de la
figura principal del cristianismo, Jesucristo. Todavía se habla de
eventos ubicados “antes de Cristo” (a. C.) y “después de Cristo” (d. C.),
tendencia que los historiadores modernos intentan repensar al cambiar las
denominaciones por “antes de la era común” (a. e. c.), o “antes de nuestra era”
(a. n. e.), y “de la era común” (e. c.).
La división
actual de la historia en cuatro edades (cinco, con la prehistoria) surgió gracias a las
propuestas de numerosos historiadores y eruditos. Así, los términos “Edad Antigua”, “Edad Media” y “Edad Moderna” fueron propuestos en
1685 por el historiador alemán Christoph Cellarius (1638-1707), y tuvieron
tanto éxito que pronto fueron copiados en estudios posteriores.
Hasta ese
momento, el modelo imperante en Europa estaba basado en la Biblia. Proponía una
serie de edades marcadas por hechos del texto bíblico, como la creación, la
caída, el diluvio o el éxodo, y la última de ellas, iniciada con Jesucristo,
era considerada una época previa al Apocalipsis o Juicio Final por venir.
Por su parte,
el término “Edad Contemporánea” apareció en el siglo XIX, como una forma de dar
sentido a la profunda ruptura que había significado la Revolución francesa (1789)
en la historia moderna.
Cualquier
modelo de periodización de la historia requiere de hitos o eventos clave que
marquen el inicio y el fin de una era, y eso también está sujeto a debate entre
los especialistas, pues un evento de vital importancia en una región no
necesariamente tuvo relevancia en otras regiones o para otras culturas. En todo
caso, el modelo actual se suele aceptar como un criterio convencional sujeto
a revisión y crítica.
Fuente: https://concepto.de/edades-de-la-historia/#ixzz8zsdgtLlo
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