Qué son las amortizaciones y las provisiones en contabilidad
En la gestión contable de una empresa se emplean con frecuencia las amortizaciones y las provisiones. Te aclaramos qué son estos conceptos desde nuestra asesoría contable.
En cualquier negocio, tanto si eres empresario como si eres autónomo, tienes que hacer una serie de inversiones. Entre ellas podemos considerar comprar un coche, un móvil o unos muebles de oficina.
¿Qué son las amortizaciones o deterioros en contabilidad?
Los bienes que adquirimos, en términos contables, se consideran activos y, por tanto, están sujetos a la depreciación de su valor (amortización). Con el tiempo dejarán de ser útiles para la empresa por un deterioro natural o por la propia obsolescencia programada. También se consideran activos las licencias que compramos, así como otro tipo de recursos que la empresa o el autónomo controle.
Podríamos decir que amortizaciones se aplican a los activos fijos, es decir, aquellos que compramos para mantenerse en la empresa, y no para su venta posterior. Por ejemplo, un activo fijo es un mueble de oficina, mientras que un activo circulante será la materia prima que vendemos, el papel en el caso de ser una copistería.
Esto iría reflejado en la cuenta de activos.
¿Qué son las provisiones en contabilidad?
Ahora nos situamos en la cuenta de pasivos. Las provisiones se consideran reservas de recursos o cantidades cuando la empresa ha contraído una obligación. La provisión es una manera de reflejar en la contabilidad la segunda parte de un pago, por ejemplo.
Tiene su relación con la amortización porque la provisión se puede establecer cuando observamos en nuestra cuenta que la amortización de un bien está casi completa. Ese bien tangible hay que sustituirlo por uno nuevo, por lo que habrá que contemplar en nuestra cuenta de pasivos esta provisión de gastos. Es una manera de asegurarse que se cuentan con los recursos para hacer esa inversión.
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