Joan Antoni Melé: la economía vista desde una perspectiva diferente a la que nos tenían acostumbrados
¿Frustrado por qué no sabes cuáles son tus habilidades y pasiones? ¿Desesperado por qué no sabes qué asignaturas escoger o hacía donde encaminar tu vida? ¿Desempeñas un trabajo que no te gusta y solamente quieres ser feliz en un trabajo? ¿En desempleo y no sabes qué hacer con tu vida? ¿Quieres un nuevo rumbo en tu vida y no sabes cómo hacerlo? Será un placer acompañarte en el camino que desees emprender. Juntos ascenderemos a cotas jamás imaginadas. Puedes contactar conmigo a través de Twitter, en Facebook y en Linkedin
.- ¿Quién es Joan Melé?
Me considero un buscador y un luchador. Mi gran pasión es buscar el conocimiento del ser humano y del sentido de la vida, la búsqueda de la verdad. Mi lucha es para llevar la bondad al mundo, pero la bondad en el sentido de compromiso social. Y mi forma de vivir todo esto es con entusiasmo y con todo mi corazón.
En mi caso concreto el compromiso social lo estoy llevando a cabo a través de una iniciativa de banca ética, que propugna un uso consciente y responsable del dinero. Intentamos normalizar algo que ya debería ser normal, poner a las personas y a la Tierra por delante de los beneficios económicos. Me esfuerzo por hacer llegar este mensaje a cada vez más gente y a intentar “contagiarles” para que ellos también lo difundan.
.- ¿Cuál fue el principio del comienzo de Triodos Bank? ¿Qué valores impulsa?
En los años 60, algunas personas socialmente activas empezaron a darse cuenta de que, mientras defendían causas en las que creían a través de su protesta o acción cívica, su dinero trabajaba justo en la dirección contraria. Había personas y entidades que estaban en contra de la guerra de Vietnam pero sus bancos invertían su dinero en la industria armamentística. En ese contexto, ya en los 70 nació en Holanda como una fundación el embrión de lo que más tarde sería Triodos Bank. Los valores de la entidad son, por un lado, la transparencia sobre las empresas y actividades que financia, imprescindible para hacer posible un ahorro informado y responsable. De forma igualmente importante, la entidad busca combinar la viabilidad económica con un beneficio para la sociedad, por lo que solo invertimos los fondos confiados por nuestros clientes en actividades de la economía real -evitando la especulación- y de los sectores medioambiental, social y cultural. Por ejemplo, Triodos Bank financia iniciativas de agricultura ecológica, residencias para mayores o centros de arte; unos proyectos que, pensamos, inciden a la vez en el desarrollo económico y el desarrollo humano.
.- ¿Esta crisis nos tendría que ayudar a empezar a tomar decisiones coherentes?
Decía hace poco en Dinero y conciencia -el blog en el que voy recogiendo reflexiones cuando puedo, que por desgracia a veces parece que sin una pequeña (o gran) sacudida nos cuesta reaccionar- que el cambio climático, a pesar de la gravedad de la situación todavía no hemos sido capaces de empezar a afrontarlo con medidas de verdad. Lamentablemente, la crisis económica está afectando duramente a muchas personas, por lo que es esencialmente una lacra social, pero sí que ha servido también para poner de relieve rasgos insostenibles de este sistema en el que vivimos. No se podía esperar que la obsesión por maximizar el beneficio, no solo de los poderosos sino también de las personas corrientes al buscar resultados como el máximo interés por los ahorros, fuese a salirnos gratis, en términos sociales. La situación actual nos ayuda a darnos cuenta de que todo está conectado, de que la forma en que utilizamos nuestros recursos económicos, muchos o pocos, construye el mundo en el que vivimos. En ese sentido sí que está ayudando a muchas personas a tomar conciencia y a intentar, aunque no siempre sea fácil, ser coherentes en nuestra forma de consumir o de actuar como ciudadanos.
.- ¿El dinero es el dios del mundo? ¿Qué o quién tendría que gobernarlo?
Parece que, durante años, de forma inconsciente, sí que hemos entronizado al dinero como a un soberano supremo, como el fin de todas las cosas. En realidad, el dinero es solo un medio para actuar, por lo que con él podemos empeorar el mundo, pero también mejorarlo si lo utilizamos de forma responsable. El dinero es relación entre personas -la que tiene lugar cuando compramos lo que ha producido otro y que nos hace falta para alimentarnos o satisfacer otra necesidad personal- por lo que nunca se lo debería despojar de humanidad. Pienso que el dinero deberíamos gobernarlo nosotros, los seres humanos, y evitar que sea el dinero el que nos gobierne, como tantas veces ocurre.
.- ¿Qué asignatura tendría que haber en todo proceso educativo?
Después de tantos planes educativos fracasados y, sobre todo, de la sucesión de reformas que estamos viendo, no seré yo el que hable de una asignatura o de otra. No creo que la cuestión esté en una asignatura para mejorar la educación. Sí que estoy convencido de que se suele incurrir en un error clave: entender la educación como el estudio de una serie de conocimientos de forma mecánica. Creo que sin educación en valores no hay educación real, porque necesitamos formarnos como personas y entender cuál puede ser nuestro papel como individuos en la sociedad. Para mí, la escuela tiene que motivar a cada persona a encontrar su propia forma de servir a la sociedad y ser feliz, que al final son la misma cosa. Suelo decir que a todos nos han dicho aquello de “tienes que estudiar para ganarte la vida”, pero que esa obsesión nos limita. A mí me decían que tenía que prepararme para ser un hombre de provecho a la sociedad. No hay que decir a los chicos y chicas que se esfuercen en sobrevivir, sino en vivir; no hay que forzarles a adaptarse a una sociedad deshumanizada y enferma, porque acabarán deshumanizados y enfermos; deben encontrar su propia motivación y luchar por cambiar aquello que han encontrado mal. La educación es básica para que veamos un cambio social real.
.- ¿Qué creencias nos inculcan sobre el dinero y cuál nos tendrían que inculcar?
Nos inculcan los dogmas de que el dinero no tiene corazón, de que el trabajo es solo trabajo, una especie de condena necesaria para ganarse la vida, y de que la economía no es más que fríos números. Pero todo eso es falso porque podría ser de otra manera, y para muchas personas ya lo es, porque usan el dinero en la misma dirección que sus valores, y de esa forma les dan vida, los hacen reales. Porque trabajan en lo que creen y, si no tienen esa suerte, intentan encontrar la forma de conseguirlo o de mejorar lo que hacen. Y porque la economía no tiene sentido sin la sociedad… a veces nos olvidamos de que si es una ciencia social es por algo, y que es absurdo abstraerlo todo a conceptos como oferta y demanda. No creo que nos tengan que inculcar nada, pero sí que tenemos que hacer un esfuerzo personal y colectivo por abrir la mente y darnos cuenta de que existen muchas más posibilidades de las que nos suelen presentar.
Lo que deberíamos enseñar es la aspiración a la libertad, a no permitir que instintos subconscientes como el miedo, la codicia y las ansias de poder nos condicionen.
.- ¿Qué nos produce el vértigo en la vida?
El mayor vértigo lo produce el vacío interior, el no saber quién eres ni qué estás haciendo aquí. Este vértigo hace que estemos desorientados y no podamos encontrar una manera adecuada de dirigir nuestra vida, y entonces llegan el malestar, los conflictos y las contradicciones.
.- ¿Qué pregunta se debería hacer toda persona una vez en la vida?
En el templo de Apolo, en Delfos, había una inscripción que decía “Hombre, conócete a ti mismo”. Este era el objetivo de los alumnos que ingresaban en los antiguos “Templos de Misterios” con la aspiración de alcanzar el conocimiento.
Yo creo que esta aspiración al autoconocimiento está presente en todos los seres humanos y lleva implícita también la aspiración a encontrar el sentido de la vida.
El ser humano puede decidir libremente cómo quiere vivir su vida, pero la verdadera libertad surge del autoconocimiento.
En primer lugar tendríamos que aprender inteligencia emocional, sobre todo con el aprendizaje y la práctica de las artes como la música, la pintura, la escultura, etc. El arte nos lleva a la armonía y al equilibrio interior, y esto es la base para las relaciones sociales. No podemos pensar en una nueva economía y unas nuevas finanzas, si antes no hemos aprendido a tenernos en cuenta unos a otros y a relacionarnos con armonía.
Dicho esto, sí que creo que a partir de cierta edad es conveniente comenzar a educar a los jóvenes en algunas ideas básicas de economía, pero sin llenarles la cabeza de conceptos financieros teóricos y mucho menos especulativos, sino mostrándoles cómo sus acciones económicas, sus formas de usar el dinero, influyen en el mundo. Tienen que aprender que la misión del trabajo y de la economía es conseguir que todo el mundo tenga cubiertas sus necesidades, y que para ello todos necesitamos a los demás. Tenemos que pasar de la idea destructiva de la competencia a la constructiva de apoyo mutuo.
.- ¿Qué poder tiene de verdad el ciudadano en esta sociedad?
Mucho más del que se piensa, pero solo lo puede ejercer si es capaz de vencer las grandes amenazas que hoy se ciernen sobre la humanidad: la mentira, el odio y el miedo.
Frente a la mentira, podemos desarrollar el poderoso ideal de la verdad, la aspiración y la búsqueda de la verdad, que luego se traduce en transparencia, coherencia y confianza.
Para combatir el odio, que también podríamos definir como la incapacidad de establecer relaciones armoniosas con cualquier persona e ir más allá de los impulsos de antipatía y simpatía, el mejor camino hacia la empatía es el esfuerzo por conocer verdaderamente “el ser” del otro. La tolerancia no es suficiente, incluso es una palabra que a veces puede parecer arrogante, lo que hace falta es un verdadero entusiasmo e interés por la otra persona.
Y para vencer el miedo, la gran fuerza oscura de nuestro tiempo que nos paraliza, hay que desarrollar el coraje y comprometerse en la lucha contra las injusticias y el sufrimiento humano.
Si desarrollamos estas tres cualidades nuestras limitaciones se diluyen y somos capaces de transformarlo todo, especialmente si creamos alianzas entre aquellas personas que compartimos estos ideales. En los últimos años hemos visto que el poder de los ciudadanos reside más en su conciencia en el uso del dinero que en la posibilidad de votar cada cuatro años, promoviendo el consumo de productos ecológicos, de comercio justo, y de banca ética, y hoy esto se está convirtiendo en una verdadera revolución.
.- ¿Hemos vivido en una sociedad superflua?
Aún vivimos en ella. En La utilidad de lo inútil, un libro de Nuccio Ordine que he estado leyendo hace poco, el autor se queja de la tendencia a considerar “inútil” o poco práctico todo aquello que no aporte un beneficio económico inmediato, como por ejemplo la poesía, la literatura, la filosofía, etc., cuando en realidad son las actividades más importantes porque nos ayudan a humanizarnos como individuos. En épocas de crisis se tendría que duplicar o triplicar los presupuestos para la cultura.
No hay dinero para cultura, pero sin embargo llenamos nuestra casa y el planeta de infinidad de objetos supuestamente muy útiles pero que acabamos arrinconando sin darles mayor uso. ¿Es esto lo que necesitamos como seres humanos?
.- ¿Cuál es tu concepto de felicidad? ¿Cómo la practicas?
Para mí la felicidad es encontrar un sentido a la vida, y tratar de vivir de acuerdo con ese sentido. Aunque luego en ese camino surjan problemas, sufrimientos y contradicciones, la firmeza interior que te da ese sentido de la vida, te permite mantenerte sereno ante los embates del destino. El simple hecho de encontrar un sentido a la vida ya es felicidad.
No hay fórmulas mágicas para la felicidad, hay que saber aceptar cada instante de la vida con las situaciones que nos aporta sean o no sean agradables, afrontándolas con confianza en que todas ellas nos traerán algo nuevo.
.- ¿Tenemos que convertir nuestra desilusión en una fortaleza?
Hay desilusión cuando uno basa la vida en algo o alguien externo, pero si la fundamentas en tu propio yo, ya nada puede desanimarte. Es la fuerza del entusiasmo, palabra cuyo significado etimológico significa “tener a Dios dentro de uno”, es decir, sentirse libre, creador, y lleno de amor. Con el fuego del entusiasmo, cualquier debilidad puede convertirse en una fortaleza.
.- ¿Es urgente y necesario convertirnos en quienes somos de verdad?
Es imprescindible, si queremos que nuestra vida merezca la pena. Mientras no lo hagamos surgirán cada vez más conflictos personales y sociales que serán insostenibles y se harán insoportables. Los conflictos que vemos en el mundo exterior solo son un reflejo de los conflictos que vivimos en nuestro interior.
.- Una reflexión para los lectores del blog
Es época de buscar el autoconocimiento pero sobre todo es época de actuar. Tenemos ya mucha sabiduría a nuestra disposición y ha llegado el momento de poner esa sabiduría al servicio de la humanidad y de la Tierra, no al de los intereses económicos.
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