COVID-19: Un mundo en busca de una Economía con sentido (II)

COVID-19: Un mundo en busca de una Economía con sentido (II)

Aún se resentía el mundo de la gran recesión de 2008 cuando irrumpió la crisis sanitaria del Coronavirus. Con el virus extendiéndose masivamente y muchas economías aún paralizadas, los Estados acuden al rescate de la economía. Para ello, se requieren grandes programas económicos de estímulo que, entre otras medidas, pasan por bajadas de impuestosexenciones fiscales y préstamos en condiciones favorables.



No cabe duda de que se hacen necesarios grandes estímulos fiscales para poder regresar a la senda del crecimiento económico. Y es que, sin crecimiento no hay prosperidad social ni económica. Más aún, si mediante estos estímulos se logra restablecer el crecimiento económico, podrán recuperarse los empleos destruidos y, de ese modo, los Estados tendrán más ingresos con los que hacer frente a la deuda.

La pandemia del COVID-19 provocó la paralización de la economía europea y mundial. Ante una recesión económica sin precedentes, urge un gran esfuerzo de los estados europeos para restaurar la economía de la UE. He aquí donde entra en juego el denominado fondo de reconstrucción.


Con los países europeos sufriendo una descomunal caída en sus datos de PIB, hace falta un plan de recuperación económica. Por ello, los países miembros de la Unión Europea, tras un duro y largo proceso de negociación, han acordado crear un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros.
Ahora bien, son muchas las preguntas que surgen:
¿Cómo se distribuirán los fondos? 
¿Quiénes serán los países que más ayudas reciban? 
¿Existe alguna condicionalidad?

¿Qué es el fondo de reconstrucción y qué tipos de ayudas ofrecerá?

Comencemos por explicar en qué consiste el plan de reconstrucción. En primer lugar, la cuantía total del fondo será de 750.000 millones de euros, los cuales se repartirán entre 2021 y 2027. Cabe señalar que, para conseguir la financiación, Europa recurrirá a la emisión de deuda.
No obstante, dentro de este fondo, cabe distinguir entre dos tipos de ayudas a los estados miembros. Estamos hablando de ayudas directas y préstamos. Así, se dispondrán de 390.000 millones en subvenciones, los cuales no habrá que devolver, mientras que los 360.000 millones restantes serán en concepto de préstamos.
Se trata de unas ayudas destinadas a sufragar inversiones y reformas, especialmente en los países más castigados por los dramáticos efectos económicos de la pandemia.
Con el acuerdo de los gobernantes europeos, se espera que el plan de reconstrucción europea pueda entrar en vigor en 2021. En cuanto a los procedimientos legales, faltan la autorización de los distintos parlamentos nacionales y del parlamento europeo, que deben dar luz verde a la emisión de deuda europea.

¿Cómo se conseguirá la financiación?

La reconstrucción económica de Europa requiere un esfuerzo titánico, pues estamos hablando de cantidades billonarias incluso. Y es que, la financiación de la deuda representará nada más y nada menos que el 4% del PIB de la Unión Europea.
Así pues, Europa optará por emitir deuda, que ira avalada por el presupuesto de la Unión. Precisamente, la excelente calificación de la deuda europea, permitirá acceder a la financiación afrontando bajos intereses.
Sin embargo, para financiar semejante fondo de reconstrucción, no solo se recurrirá a la emisión de deuda. Por ello, es muy probable en juego otras fuentes de ingresos, como la creación de nuevos impuestos (impuestos digitales, impuestos a las transacciones o tributos medioambientales).

Reparto de fondos

Una de las grandes cuestiones que está en la mente de la ciudadanía europea es el modo en que se repartirán los fondos. Pues bien, el 70% de la cuantía del fondo se empleará entre los años 2021 y 2022, mientras que el resto de fondos quedarán disponibles para 2023.
A la hora de distribuir los fondos se tendrán en cuenta los principales indicadores económicos de los distintos países. En este sentido, en la primera franja, se valorarán el tamaño de la población, los datos relativos al producto interior bruto y los efectos sobre el desempleo. Por el contrario, en la segunda franja, se analizará la caída económica sufrida por los distintos países entre los años 2020 y 2021.

Respeto a los compromisos europeos

Obtener financiación de la Unión Europea también conlleva cumplir una serie de compromisos y obligaciones. De este modo, la Comisión Europea supervisará que los estados que hayan requerido financiación lleven a cabo las reformas pactadas.
En caso de no cumplir con los compromisos económicos marcados desde Europa, se pondría en marcha un mecanismo conocido como “freno de emergencia”. Ante un incumplimiento grave, se suspenderían las ayudas económicas durante un periodo que podría alcanzar hasta los siete meses. Precisamente durante este periodo, los líderes europeos deberían reunirse para dar respuesta a una posible situación de incumplimiento.
Otra condición de gran relevancia que también incluyen estas ayudas es el escrupuloso respeto a la legalidad europea y a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

FUENTES: 

https://economipedia.com/


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